Se considera que nuestra gestión universitaria debe estar fundamentada y sustentada en una visión prospectiva institucional. Para efectos de la gestión que se propone en el presente documento, dicha gestión universitaria debe contribuir a la consolidación de una Universidad cuyas características fundamentales sean:
- Una Universidad comprometida con los Objetivos del Milenio acordados por las Naciones Unidas en el año 2000 y la Educación para Todos, movimiento impulsado por la UNESCO, y a la que, en su condición de universidad pública y a distancia, le corresponde un papel estratégico en la construcción de los pilares que sustentan sociedades más justas e inclusivas, lo cual se constata en las acciones de cooperación y de articulación con las otras universidades hermanas.
- Una Universidad que tiene conciencia que “no será nunca…fuente de utopía si ella no es capaz de enunciar los contornos de sus propios proyectos utópicos” (Gentili, 2008, Posneoliberalismo, Reforma Universitaria y Excelencia Académica, p. 2).
- Una Universidad en capacidad de leer con sentido crítico, independencia de criterio y rigor científico, el entorno que la rodea, considerando las diferentes dimensiones de ese entorno (política, económica, social, cultural, ambiental) y que se construye mediante la reflexión permanente, abierta, participativa y democrática.
- Una Universidad que defiende el financiamiento público de la educación superior, bajo el principio constitucional de que la educación es un derecho, así como un instrumento de prioritaria importancia para preservar la cultura solidaria y democrática, que ha caracterizado el Estado social de derecho de nuestro país, con fundamento en los principios y valores éticos y morales, en los cuales prevalece el interés del bien común, sobre el individual.
- Una Universidad que, asimismo, defienda la autonomía universitaria, como principio fundamental en que se asienta su función como centro de generación y difusión de pensamiento, conocimiento y cultura, en pro de las poblaciones costarricenses más vulnerables, en particular en la mejora de las condiciones de su calidad de vida.
- Una Universidad que crece y se consolida como centro dinámico de investigación científica y generación de nuevo conocimiento en todos los ámbitos del saber humano y que, de esa manera, aporta de forma positiva al desarrollo de nuestra sociedad en democracia, con justicia, participación y una sólida ética ambiental.
- Una Universidad cuyo quehacer se fundamenta en la mejora continua; en la rigurosidad académica; el desarrollo integral de su talento humano; el diálogo y la innovación como eje transversal en su quehacer; en la generación de redes que posibiliten el trabajo descentralizado, el libre flujo de la información y la más amplia participación (funcionarios (as) y estudiantes), así como, la generación de propuestas colectivas y cooperativas sobre el futuro institucional.
- Una Universidad que aplica en su praxis educativa, estrategias democráticas, autónomas e innovadoras, para promover el respeto, la convivencia, la valoración de los saberes locales, la equidad de género, la ética ambiental, los derechos humanos y con ello, la inclusión y la equidad social.
- Una universidad comprometida, con el avance de la tecnología y sus aplicaciones en la academia, la gestión, el desarrollo humano y sus talentos, pero con plena conciencia que no hay atajos tecnológicos para el desarrollo humano; la sociedad, la comunidad, la persona, con sus tramas, aspiraciones, temores, conflictos y decisiones, es el único motor real del futuro.
- Una Universidad en la cual no interesan el origen étnico, las inclinaciones políticas, religiosas, sexuales, de cada persona.
- Una Universidad donde, en cambio, lo único realmente importante son las cualidades personales, profesionales, intelectuales y académicas de cada persona y su compromiso con la misión y la visión institucional.
- Una Universidad que ante el entorno que experimenta, se mira a sí misma, como una gran familia universitaria, que defiende y protege su misión social y su condición de Universidad Pública.
En síntesis, se trata de una gestión desde la Rectoría, para trabajar con respeto y en diálogo horizontal, a la par de todos los excelentes hombres y mujeres (funcionarios (as) y estudiantes) que conforman nuestra querida UNED.
Lo fundamental es el llevar a cabo un proceso integral de cambio, crecimiento y fortalecimiento académico, que exige, como paso previo necesario, una renovación de la gestión institucional, así como el mejoramiento sustantivo y permanente de las capacidades académicas y profesionales de todo el personal y una mayor participación de las y los estudiantes en la vida universitaria y académica de la institución.
Es, en definitiva, una propuesta para la construcción participativa de la UNED que requiere nuestro país y la región en una época de cambio y en crisis, como el contexto actual.
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